Este síndrome se puede considerar un trastorno mental que presentará variaciones dependiendo de la persona. Se considera un trastorno depresivo mayor con ideas obsesivas, en el que aparecen pensamientos repetidos y angustiosos alrededor siempre del mismo tema: la relación perdida y todo lo que ello conlleva: recuerdos, planes para reanudar la pareja, remordimientos por supuestos errores cometidos, etc.

Predominan ideas continuas de retomar la relación e intentan contactar con la expareja utilizando cualquier excusa. A veces, estas excusas se las da el individuo a sí mismo autoengañándose; por ejemplo, puede convencerse de que no pasa nada por llamar a la expareja ya que se puede tener una simple amistad. La ansiedad desaparece por completo cuando se produce la llamada a la expareja.

Normalmente estas personas presentan una personalidad dependiente y no suelen estar sin pareja, sino que superponen una con otra. Por otro lado, las parejas objeto de esta obsesión son normalmente engreídos, egocéntricos, posesivos o conflictivos y a veces hostiles. En ocasiones, tienen relaciones con personas más normales, pero paradójicamente, no terminan de ser satisfactorias y se siguen sintiendo solas, por no experimentar la angustia de la anterior relación.

Por regla general, estas personas tienen baja autoestima, se quieren poco a sí mismas. Hay un deseo intenso de encontrar aceptación y acogida por parte de los otros. Cabe destacar que los antidepresivos y los ansiolíticos no curan el síndrome, aunque si es verdad que mejora la sintomatología: tensión, ansiedad, trastornos gastrointestinales, insomnio, etc.

VENCER EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA

Es verdad, que el paso del tiempo es el mejor aliado en estos casos. El enemigo no es la expareja, el enemigo es uno mismo. La actitud de lucha activa es la clave para conseguir vencer a este enemigo interno. Lo primero que hay que hacer para abandonar esa dependencia es dejar de obedecer a esas demandas afectivas internas: si se siente una necesidad intensa de llamar al ex hay que resistirse, si lo haces estarías obedeciendo a esa necesidad afectiva que te ordena que le/la llames. En este caso estarías yendo en contra de una lucha activa. Hay que tener contacto cero, de esa forma dejaremos que el tiempo haga su trabajo. Lo ideal es eliminar al ex de tus contactos y redes sociales. Es aconsejable dejar de hablar del ex con amistades, compañeros y familiares. Como herramienta útil para parar la irrupción de los pensamientos obsesivos se recomienda la parada de pensamiento.

La angustia de la duda te puede llevar a tomar decisiones equivocadas

Por lo general estas personas se encuentran en una relación sólida, que les proporciona estabilidad, seguridad y amor, que los lleva a la necesidad de dudar de la relación en sí. Esta duda permanente los lleva a rupturas temporales o permanentes, buscando ideales que no existen. Las personas con TOC de amores llegan a poner fin a relaciones de pareja que son perfectamente adecuadas para ellas sólo porque consideran que sus sentimientos hacia la pareja no son como ellos piensan que deberían ser. Suelen compararse con otras parejas que ven a su alrededor, especialmente con otras relaciones de pareja próximas, como familiares o amigos, idealizándolas.

Tratamiento más indicado

El tratamiento de este trastorno más adecuado es el mismo que se aplicaría a cualquier otro trastorno obsesivo. Estos pacientes tienen muy buena respuesta a la terapia cognitivo conductual. En los casos más resistentes o graves, estaría indicado prescribir inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), antidepresivos. Los pacientes presentan buena respuesta a estos tratamientos.