El tipo de pareja que no le gusta a nadie.

Estas personas suelen tener sensación de soledad, incluso cuando están viviendo en pareja. Les cuesta mucho abrirse emocionalmente, no se sienten cómodos en la intimidad y demoran el compromiso. Sentiremos que cuanto más interés mostramos más se alejan. Además suelen ser bastante negativos a la hora de describir su relación y muy críticos con su pareja. Normalmente, perciben a sus parejas como muy dependientes de ellos describiéndose a si mismos con el perfil contrario. Con frecuencia, hablan de sus ex como si fueran un ideal perdido. Además, no es de extrañar verles flirtear con otras personas. Se pasan la vida idealizando a una pareja que es quien va a conseguir hacerles felices pero esa pareja nunca llega.

¿Las personas evasivas tienen un apego inseguro?

Este perfil no es más que un mecanismo de defensa que utilizan estas personas, ya que no es de extrañar que, ante situaciones estresantes, como puede ser una pérdida laboral, se vengan abajo y esta defensa pierda su efectividad. En este momento pueden llegar a mostrarse tan inseguros como una persona ansiosa y demandar excesivo afecto. 

¿Se puede reparar el estilo de relación evasivo?

Hay que dejar claro que este estilo de apego es un mecanismo de defensa que les ayuda a protegerse del miedo a amar. No se puede producir un cambio si no hay conciencia del problema o el miedo es tan intenso que no compensa cambiar. 

¿Qué tipo de pareja es la ideal para una persona con un estilo de apego evasivo? 

Si un evasivo se empareja con una persona ansiosa va a incrementar aún más su tendencia a la huida. La persona ansiosa demanda afecto y la persona evasiva lo contrario. Lo ideal para estas personas es elegir a parejas seguras, ya que estas les van a ayudar a soportar las distancias cortas. Lo mejor que le puede pasar a un evasivo y a un ansioso es emparejarse con personas seguras.

Si observamos, las estrategias que utilizan en su relación van encaminadas a distanciarse de su pareja. En lo más profundo, estas personas rechazan el amor, lo viven como algo peligroso. Para que este estilo pueda repararse lo primero que se necesita es que la persona se dé cuenta del problema y ponga en práctica un proceso de cambio.